17 de enero de 2010

Cantazos y robos

Siempre he sido partidario de amaestrar monos para cualquier actividad cotidiana, ya sea comprar, dar masajes e incluso usarlos como monos guardianes. Pocas cosas en esta vida son objeto de tantas preguntas como un mono equipado con una recortada... ¿Sabrá manejarla, tendrá cartuchos, le ofrezco una Pilsen Urquell, le tiro un plátano o una mona en celo?
Pero desgraciadamente todavía no cuento ni con medios ni con la paciencia suficiente para amaestrar a un mono pistolero, así que hasta entonces tendré que buscar sistemas de alarma eficaces.


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